MM&MüJ d cnledratico P. Anlnnio Reselló) y iIcmIc •illi volvieron ni cstin^uido CODTCnto ilcl Ciiriuen ilouilc esl.i la sal.i enetico, y pasó á demostrar que este era el voto de Cataluña, pues asi lo había manifestndo por su legítimo órgano que es la diputación pro* vincial , pero que no espresándose en la icjirc■ratadoa que esta elevo al congreso todas las causas que condenaban esta contribución, había juzgado conveniente fundarla en los términos que había presentado para la abolición de una ley que compromete la seguridad del estado. ti ciudadano Galindo leyó uu discurso de otro socio dirigido á vindicar á los hombres mas amanles de la nación del injusto dictado de republicanos con que los sw vile» iuteutaban deni¬ grarles. Recordó la farsa con qnc en 1814 lograron destruir la Constitución , acusando h sus adictos de miras exageradas, y observó GOOIO ietpucs del resUblecimiento de la libertad, Catmdos ya «le apurar todos los medios de rMCCÍpD, han tenido que volver al antiguo plul (le OMrationes , y han hecho perseguir por republicanos á los nías ilustres canijieones ÍO la ley coustilucinnal que eslablece entre nosotros la monarquía moderada. Describió los efectos que había causado ú la Kspaña esta ti ama secreta é infernal, y 1» erección de este partido que tomando por divisa la moderaciou no c« homogeueo en todas sus partes, sino compuesto de serviles que se avergüenzan de serlo , de hombres indiferentes al bien de su patria que se acogen siempre al partido mas seguro y menos trabqoso, y por último de liberales ciegos que no creen que so niaquine sorda y podeitisameate para dar á la Constitución un golpe mortal. Ue aquí pasó á manifestar como el uiiuísterío último , ó engañado buenamente , ó con perlidia sobornado habla suscrito á estas ideas equivocadas y empezó por lo mismo una persecución terrible contra los mejores patriotas, hasta que por un milagro nos libramofi de la discordia civil que tan de cerca nos atnen&zaba. Del modo generoso y franco coa que los pueblos inobedientes de Anil.iluc(.i , Imu depuesto las armas, luego que han visto la exoneración de los seci-elaríos del despacho , s.icó por resultado la inexistencia de esta s(.ñ.ida secta republicana, con que se pretende engañar ii los incautos y desunir la familia española , respetuosa al Rey que es su padre y amigo, Bxortó al auditorio a desconfiar de aquellos que pretenden desacreditar a los hombres mas caros á la nación , y concluyó] dícicudo que si alguno habla tan insensato , que abrigase en su pecha ideas de república , subiese al cadalso el mismo día que los asesinos de Cádiz , y que le clavasen un puñal si algún día llegase á declinar de la senda recta y única que nos marca la Constitución. Ni esclavitud ni libertin.igu ,' Liberlad, libertad es lo úníeo que ituede hacemos felices. El ciudadano Vila (D. Domingo Alaria ) dijo que producía en su pecho una grata sensación el contemplar sentado á la cabeza de la tertulia u un honrado ciudadano, á quien eu el mismo respetable trage de labrador cataldn había visto al lado del señor gefe político de esta provincia nombrar en las últimas elecciones de Manresa los sabios representantes que este año envía Cataluña al congreso nacional. lista observación le llamó á demostrar que ninguna de las cosas grandes que habíamos hecho eran nuevas, pues nuestros mayores cuya ¡ma'gcn nos recordaba aquel ciudadano nos habían dado sublimes cgemplos , ya levantándose contra sus reyes para hacerles jurar y guardar su autigua Constitución , ya resistiendo al Papa cuando la corte ronlaua atentaba á su nacional indejiendeneia , ya sosteniendo il todo trance el derecho da petición que quería quitárseles , y.» por lin clamando por la caída de un minislcrio que ponía á la pdtrla en trances apurados. Refirió cu confirmación de estas verdades varios hechos de la historia do Cataluña: d« cuando un Rey de Aragón tuvo que venir a 1! ir celoua it jurar la conservación de lus derechos del pueblo en el seno de sus rcprcsentanlcs, no Labíendo »ido recouotido hasta haberlo jurado