t cía ele lo resuelto por las Córtes, Fl rfigimiento de Málaga y ol batallón de milicia activa de Alcaiar de Sau Juan , destinados iiiilci ioi-mento U las provincias del séptimo distrito, liahrán yo entrado cu él. No sabemos si después del dia aS del pasado se |jnbi .ln dado órdenes para que pasen mas fuerzas :\ dichas provincias^ Se nos lia asegurado ijue el señor niarcjiiés de Santa Cnií majordomo mayor de S M. trabaja sin cesar en rel'ormas de la servidumbre de palacio, con el objeto de evitar nuevos pesares j. la noción y nuevos disgustos y sobresnllos a la real familia. Creemos que mientras aquel geíe dure al lado del monai ca no será palacio el club de las conspiraciones contra la patria. Todo consiste en los gefes ; mientras el segundo regimiento de guardias se halló mandado por el Leneménlo patriota el señor marqués de Casteildosrius , no Imbo ni conspiraciones, ni gritos subveiiavos, ni tropelías, ni ttsesinatos de oficiales, ni nada inalo j y sí por el contrario muebo civismo, mucho orden, subordinación y disciplina. Esperamos, ya cjue por lueideule hemos hablado del su'iur Castelldosrius, que el nuevo niinisleiio oprovechará las virtudes y bellas picudas de este opreeiable general eu bieu de la causa pública, acordándose que en Febrero último fue arrinconado , porque su presencia obstaba demasiado á los conspiradores. Ha sido nombrado gefe (kl estado mayor del egército de operaciones del séplimo distrito el brigadier don Mariano Zorruquia. Anoche ha prestado juramento en manos de S. M. el señor Gaseo secretario de estado y del despacho de la Gobernación de la Feninsula. ■ Hoy ha sufrido la pena de garrote vi beldado de guardias Agustín Vera?,, uno de los esesinos del primer teniente del mismo cuerpo dou Mamerto Laudaburu. Jdcin ii. S. M. se ha servido noiubrar comandante general del segundo distrito militar (Galicia), al general Quiroga , debiendo reemplazarle el general Vives en la comandancia general del tercer distrito (Castilla la vieja). Al general D. Ramón Villalba , comandíintc general del décimo (Sevilla). Al marqués de Casteldon ius, comandante general del séptimo (Cataluña). Al brigadier D José Uuk de Porras, comandniite militar de la piovinciii de tiilbao. Al conde del Abiavui , inspector general de jufanteria , y de caballeria al general Fcrraz. Al captitan general conde de Espcleta , residente en Pamplona , se le ha señalado la ciudad ele Sevilla para cuartel. ' Idem 12. Esta tarde han formado los balalloues de la loilicia nacional y la caballeria en el paseo de Atocha, y al frente de banderas se ha leido el nuevo reglamento decretado por las Córtos. N<>dü es compamble con el entusiasmo que ha escitado la presencia de estos valientes, bieu que su marcialidad y el recuerdo del 7 de Julio rio pudian menos de conmover los ánimos , y prodiicU' jos íiihs UcrBos ssutimieutos. i El concurso ha sido numerosísimo, los vivas y aclamariones iufmilos, y Indos patrióticos y, capaces de innamor al mas libio. Al retirarse han tonundü en la plaza de la Conslilueioii , y alli ¡;e han reproducido al frente de In lápida las muestras del general regocijo, j varios vecinos han iluminado voluntariamente sus casas. Los valientes recejen el fruto de su lieróica conduela: ¿ú los que salvaron la patria y consolidaron la libertad, que. distinciones pueden negárseles ? Ningunas: lodáS eon jmtas, todas son merecidas y todas son pequeñas. BARCEI.OKA 20 DE AGOSTO. ¡Qué vergüenza para esta ciudad á la qne poco lia se le daba el nmnbre tic la lilire líarcelona, de baluarte de las libertades pat ins I ; Cuan poco ha maiiifcstado en estos instantes críticos el decidido entusiasmo de que se vanagloriaba .' Un dia solo echó por tierra el ediíicio de su amor patrio; el acoger en su seno íi séres egoista* que han pospuesto el bien y felicidad de .sus scuiejaiiles á mirar por sns particulares intereses y á satisfacer pasiones rateras, la ha sumido en un abismo de abatimiento y de nulidad del que le costará el IcvanUrse ; aun no se ha cicatrizado del todo la profunda herida recibida el a4 <'e Febrero: las cenizas que produjo ol fuego de la discordia están aun calientes, y ai no leiiemos muchii virtud y dcs'mierés, tat ve* los malos se prevaldrán de nuestras debilidades, y volverán á atizar la hoguera que debiera servir solo para puriíiear nuestra admósfera de los ttliásmas que la infectan. j Quien puede hacer todo este bien? El Eseelenlísimu A}unliiinie.iilo, que como padre y director del pueblo que debe ser , tiene en su mano el remedio de (autos males. Adáptese una buena policía ; vigilese ecu cuidado sobre ciertas personas que por no tener modo de vivir conocido pueden fomentar un iilborolo, solo para lograr aquello de « rio revuelto gattancia ae peieudom, (el que se alribuiria después á los ecsaltados ; ) sobre otras personas que vienen a vivir enlre_ nosotros , y que sus medias palabras , sos estrana» relaeiotics , las opiniones que sientan en sus conversaciones dan lugar 6 sospechar si son agentes ile algún tirano estrangero ; no se coarte do ningún modo la libei'tad de los barceloneses ; dése vitalidad al espíritu público por medio do fimeiones cívicas, de representaciones teatrales que ejwiten e! amor á la libertad y odio a los tiranos, y otros medios semejantes; protéjase á los cuerpos de milicia voluntaria con suma igualdad cutre ellos,- procúrese que las salidas que hacen lo» batallones tengan algún resultado , pues cuanto mas el hombre se can»» protnete y sale bien de su empeño, tanto mas fuerte £o buse , y «1 wiliciaao ^ue btt