¿e los arisos de un plan de conspiración dcsctl* bierto en Zaragotá para «I oslablccimiento del gobierno republicano: pero qiid poco habéis visto, ahora , los avisos de un plan Vastísimo de conspiración para proclamar al rey absoluto i1.. El orador, concluyó protestando que (irme en sus principios , nada en la tierra podria hacerle, variar que combatiria desde aquel sitio los abusos de los gobernantes , sean cuales fueren los pneslos eminentes que ocupiiran en el estado. 1.1 ciudano Húruaga incidcó Verdades , abundó cu doctrinas , recomendando la circunspección y la beneficencia como virtudes qiic debian adornar al hombre libre , acabó en medio de los aplausos m.is repelidas. El ciudadano Romero Alpuente habló después: este se habia propuesto demostrar que en los goLiernos representativos la fuerza moral del ministerio era una cosa insignificante, porque no siendo los gobiernos sino los cgcculores de la ley su cumplimiento uo les duba otra fuerza : y el infringirla no se la quitaba tampoco ^ cuando por este motivo debian al punto caer de sus sillas. El veterano de la libertad, Romero Alpuente reclilicó esta idea manifestandti que exislia en los gobiernos la fuerza moral de que se babia beblado: que esta no era otra cosa sino el honor y estimación á que se hadan acreedores por sus virtudes, y porta fidelidad con que egecutabun los mandatos de la ley ; que esta fuerza era muy necesaria en los que mandaban, pues coa ella se obedecían con gusto sus determinaciones creyéndolas siempre justas , y no se dudaba jamas de sus buenas intenciones. Eran las diez, y la sociedad se disolvió h las voces do; viva la Constitución : vivan las libertades del pueblo español." Hemos dicho que el concurso era inmenso, y añadirdmos que le adornaban varias patriotas, entre las cuales pudimos reconocer á la señora de Sardinó , ó doña Ramona Richard ( pensionada por las Córtcs) ;í la señora de Calvo de Rozas, director que fué