=— — — — — =— GRAnc^Pomf El Comité Olímpico Español, va a entrar en pe~ ríodo de gran actividad... nos dice un miembro del "forum" olímpico nacional por Luis MELÉNDEZ. ESPAÑA Y LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE AMSTERDAM Los Juegos Olímpicos se acercan con una rapidez inusitada. Vive todavía en nuestra mente el recuerdo de aquel impresionante desfile de naciones sobre el amplio estadio olímpico quí; en Colombes erigió el pueblo francés para servir de escenario a la más importante manifestación deportiva que se celebra en el mundo, y ya nos encontramos nuevamente en vísperas de ios que en Amsterdam deben celebrarse dentro de quince meses. España ha participado ya en dos manifestaciones olímpicas, en Amberes y en París ; y a ellas, a pesar de la buena voluntad de nuestros directivos y de los Gobiernos que han prestado su ayuda más o menos suficiente, pero ayuda meritoria ql fin, no se ha logrado hacer todo cuanto del núcleo deportivo español podía esperarse. En Bélgica primero, y en Francia después, nuestra adolescencia deportiva quedó plenamente manifestada, al difumarse precisamente en el momento definitivo algunas posibilidades que durante el torneo parecía iban a sonreimos. ¿No fué ésto lo que pasó en fútbol? ¿Y en esgrima, en que uno de nuestros representantes, después de vencer al campeón del mundo el francés Gaudin, fué eliminado por un esgrimista de menor calidad? ¿Y en la carrera de «cross-country», en que José Andía no , pudo llegar a la meta después de haber sido el quinto corredor que pisó la pista del estadio?... Esta incertidumbre, esta falta de regularidad que demostraron nuestros representantes, sonhijas de la preparación insuficiente de que hasta hoy han disfrutado nuestros representantes olímpicos. La calidad existe, la fibra del músculo español se ha consagrado de excelente, pero en estas contiendas universales ha tenido que declararse vencida por la mejor y más inteligente preparación con que se han presentado las demás naciones. Sabíamos por parle ciértá que el Comité Olímpico español quería ocuparse" esta vez de atender en forma debida la participación española en los Juegos Olímpicos de Amsterdam y que estaba planeando algunos proyectos interesantes. Nuestra curiosidad periodística y el interés que como deportistas sentíamos para conocer los proyectos que el Comité Olímpico estaba a punto de poner en práctica, nos pusieron inconscientemente al acecho de una oportunidad para que el reportaje, la interviú, la nota o lo que fuera, no nos escapase. Nuestra tarea fué en' este sentido difícil ; ni siquiera la cordial amistad que nos une con varios -de los componentes del Comité Olímpico Español, fuá suficiente para que estos planes y estos proyectos nos fueran confesados. El «forum» deportivo nacional se había cerrado en un mutismo completo. Algunos que comenzaron contestando al pie . de la letra nuestras preguntas, cuando se daban cuenta de que lo que sostenían con nosotros no era una conversación vulgar, sino un interrogatorio con todas las de la ley, derivaban la conversación y no podíamos sacarles ya una palabra más. Cuando ya desconfiábamos de ver realizado nuestro propósito, una promesa formal de conservar en el más riguroso secreto el nombre de la personalidad «olímpica» a quien la suerte nos deparó la ocasión de poder interpelar pocas horas antes de entrar este número en máquina, .nos valió la autorización de poder eslampar con letras de molde una conversación en la que se exponen proyectos y programas de una gran importancia. Y nosotros, humildes cronistas a quienes en la mayoría de los casos, y no hay que decir que en el presente sobre todo, nos interesa tanto publicar el nombre de la personalidad interviuvada como la misma interviú, tenemos que sacrificar hoy el nombre de la persona con quien tuvimos el honor de compartir unos momentos de animada charla, cumpliendo un compromiso que contrajimos y que hemos de mantener forzosamente inviolable. Y no debemos olvidar que es muy grande, para el periodista, el sacrificio de guardar un secreto semejante.' — í Va a empe-ar pronto la actuación del Comité Olímpico Español? — Todo está preparado. El programa nuestro está trazado ya y sólo hace falta que el Gobierno nos haga efectivas las r?ó,CX)0 pesetas que para atender a los gastos de preparación nos será librada dentro de unos días, para que nos lancemos al terreno de la acción. — Y cree usted que con 125,000 pesetas podrá atenderse debidamente la prepara-ión de nuestros deportistas...? — Hombre, no va a sobrarnos nada; al contrario ; pero como el Comité piensa esta vez administrar él mismo este dinero y quiere que todo sea llevado con moderación y sin despiltarros de ningiín género, creemos que podremos atender bien los gastos de preparación. Por de pronto, cada Federación nacional ha presentado su presupuesto de preparación olímpica (algunas ver- Bl barón de Qüell, el infatig'able Presidente del Comité Olímpico Español, representante en España del C. O. I. y la \ima personalidad det deporte hispano. daderunente descabellados por lo fabulosos) y el Comité ha repartido entre ellas y según ha creído C' inveniente, la subvención gubernativa, de manera que les sea posible poder preparar debidamente a sus hombres. — l'sted ha hablado 'e programas... — ( iertamente, y nuestro programa de preparación es bien sencillo. El Comité Olímpico, con el asesoramiento técnico de las Federaciones, contratará a los entrenadores para aquellos deportes que lo hayan solicitado. El Comité pondrá a disposición de cada entrenadof cuantos elementos sean necesarios para que la preparación de los hombres de toda la nación meda realizarse debidamente. El, recorrerá todo? los principales núcleos deportivos de España y las Federaciones regionales deberán ponerst incondicionalmente a sus órdenes para que su la:)or preparatoria pueda ser lo más perfecta posil^e.. É entrenador será quien designará las compeliciones que deban celebrarse, y éstas serán también -ubvencionadas por el Comité mediante presupu-sto y comprobación de los gastos invertidos No vamos a escasear medio alguno a los entrenadores y a los monitores que pudieran creaise si aquéllos lo creían necesario para el mejor desarrollo de su labor, porque queremos recaiga sobre ellos la máxima responsabilidad de la culpa si la preparación de nuestros hombres fuera imperfecta. — ¿Entonces, las Federaciones nacionales no tendrían nada que ver con los entrenadores...? — En absoluto. El «Irainer» será elegido por el Comité, y la Federación nacional correspondiente, pero una vez contratado, éste actuará única y exclusivamente bajo las órdenes 'el Comité Olímpico. Incluso en el momento de la selección de valores, existe el propósito de que sea él quien selecciono o aconseje la no participación olímpica en un deporté determinado, si la calidad de los eletíientos que ha podido reunir no prometen lograr un papel airoso. — ¿Sabe .usted si todas las Federaciones han contestado al interesantísimo formulario del Comité Olímpico, para trazar el plan de preparación...? — Creo que han contestado muy pocos y, aún, la mayoría muy someramente. Esta ha sido la causa de que retrasáramos tanto nuestro trabajo, por falta de detalles. — ¿Impera en el Comité el criterio de la centralización de los elementos durante los últimos meses de preparación...? — Por completo. La centralización de los elementos dispersos por la nación es necesaria sobre todo durante los últimos meses, que es cuando se da los últimos toques, que son precisamente los de gracia. — En general, ¿ qué opinión tienen ustedes de la participación española en Amsterdam...? No podemos aspirar aún á grandes victorias, pero, en general, la opinión que cunde entre el Comilé es que en Amsterdam lograremos destacarnos en algún otro deporte que no sea preci-. sámente el fútbol. El tennis, la esgrima, el «crosscountry», la maratón... — Oportuno; dígame algo sobre la participación . española en fútbol... Pues, sencillamente, que España irá a Amstérdarn con un equipo de «amaleurs» excelente. La Federación Nacional dice que España cuenta con «amaleurs» suficientes para formar un equipo capaz de mantener a raya a nuestra mejor selección profesional. Precisamente esta Federación nos ha hecho saber el proyecto de organizar ya a fines de la actual temporada unos partidos entre amaleurs y profesionales para ir seleccionando los valores más destacados. — ¿ Y España estará representada en todos los deportes... ? — En todos en los que pueda pretender a un papel honorable, desde luego que sí. — ¿ lian podido lograr la inclusión de la pelota vasca... ? — Por ahora, no : y desconfiamos ya de que llegue a efectuarse la exhibición en Amsterdam. — El programa es sencillamente magnífico... — Y esto con 125,000 pesetas para preparación — interrumpió nuestro interlocutor — . ¡ Qué no haríamos nosotros con las 900,000 liras que el gobierno de Mussoíini ha votado para el mismo fin y el millón de marcos oro que el Comité Olímpico Alemán ha repartido ya entre sus Federaciones nacionales... ! — Y, para terminar, dígame si es cierto que el actual presidente del Comité Olímpico Internacional, el conde de Baillet-Latour, viene a Barcelona para presidir la inauguración del nuevo Estadio de Monijuich.... — El ilustre personaje será nuestro huésped en la primavera próxima, seguramente el mes de abril; pero con carácter particular, atraído únicamente por las gratas impresiones que de nuestra ciudad recibió del barón de Coubertin. No creo que en abril el nuevo Estadio esté en disposición de ser inaueurado todavía. Al llegar a este punto, hojeamos el carnet y nos dimos cuenta de que habíamos tomado apuntes para llenar todo un número. El luynpo nos apremiaba y comprendíamos también que habíamos molestado demasiado a nuestro interlocutor. Nos despedimos de él, hicimos nueva promesa de mantener en secreto su nombre y a la media hora nos encontrábamos sentados frente a la mesa de la Redacción emborronando cuartillas y más cuartillas, que la linotipe no tardó en devorar con una rapidez inusitada. — ii