hàbrà cofl dc dos horas ; pero à no haberme dicho, que fe habia ocupado en peinar à mi Senora la Condeíïta, ya me hubiera pa"gado cl rato,que me privó de adorar cflbsdoslucerosjCíTis ninas de mis ojos. ... Y proíïguiendo con un enfarte de necedades, y concept< s rcmcndados> fuben la efealera, quedafe ella en trage cafero, entrafe al tocador j y viendo que e'l la íigue: efperad un poco , le dice } que mc quitaré la cotilla , pues con ella no pue« do llevar las manos à componerme la cabeza. Deticncfe de mala gana, y apenas concluye la Dama elta diligència , quando él fe cuela, y, como pradlico, comienzaà diíponer las baratijai del tocador, filetes de la petimetria, puntos, y comas de la bcUeza. Entretanto la Marieta empieza à peinarla, y repartiendo el cabcllo, forma la trenza, proíïguiendo con el tupé, y la vuelta. Era cofa graciolïflima el ver, que quanto componia por una parte, lo desbarataba fu Ama por otra : nada le guílaba, todo lo deihacia , y por tres veces echó las unas al peinado, Cierto, Marieta , que te portas : en tu vida lo has hecho peor : no ve V. m. , que igualdad de vueltas ? à fe, que eltoi decente con el dichofo peinado: à mi hermana Anarda la peinan grandemenJ te ; y yo tengo tal defgracia , que de quatro Criadas, que he ma* dado en un mes, ninguna ha libido hacerme un bucle. Para cffo , dice Rofalindo , no hai otro Franci/ipiét : él ha dado en el punto critico de la delicadeza , y buen gulto de los peinados. Luego que ve à qualquiera Senora, comprehende que difpofícion debe tener cl bucle , para que acompahc al aire dc la cara: es el hombre mas utií de la Republicà. Continuaba Doralifa el adorno dc fu cabeza , y todo fu anhelo fe dirigia à colocar las piochas con nueva moda, c in vencien. No aprobaba el gufto de algunas Damas, que Hevan fu grande pluma.pueíla fobre la vuclta, y caida àcia la oreja izquierda; pues dccia,que eftoi era fulamenre remedàr quanto veian en el Theatro. Tenia particular vanidad cn ponerlas cada dia de diferente manera, y formaodo diverfas combinacioncs con las flores, cintas, blondinu, piumages, &c. , íïeÀpre le rcfultaba de el las alguna invencion , que dieífc aflunto a fa vanidad, y à la crítica de todo el Pucbio. Cicnamente que no tcncis razon dc citar un poco íati&fccha de vucllra cabegftytedtg· Rofalindo, pues ha quedado tan dclicadamente compacfta,qac ballaria fu graciofo adorno para cnardcccr la vjlta mas recoictax Malcontcnto cftar.í cl peinado con vucftra hcrmoliira,pne5 1c quita, con fu principal auaclivo, cl lucisaicato^y atencion, que mc- -