tku fitíINClPAlJU 8fia —No «reo que orjn tanto, y si he venido ha sido solo para visitarla, para tf.ncr noticias ivas. Mañana ■ ■ ''¿JJ «ye* í*»»* o^;,ajw^S| — Mañai;a seria (arde, dijo la jóven: la vida me abandona Dios me llama para que ,\a «I lado de mi madre, y muy pronto ' ■ ' ' ''lÍP_:c- [ — Serafina, ores mny poco ra/onabie, interrumpió el bueno de don Luis; cuando el seir cura te dice que no estás en peligro debes. ereorle, porque está acostumbrado. A tratar 'Q eofermoi. Vundrá de cuando en cuando á saludarte, como dice, y te aseguro que si le upeorases, como no es de creer, nos apntsnrariamos á llamarle. . >'.'■'■ ^ v. ;■. Incorporándose súbitamente como impulsada por un esfuerzo sobrehumano, y apode¡ndose de un crucifijo que habia colgado á la cabecera de su cama: —Hoy es, exclamo Serafina, al mismo que besaba la cruz con una expresión singular, oy es, mis queridos amibos, el dia que ha destinado Dios para recibirme en su exeel-a orada : no retardéis la dicha que me espeia, os lo suplico por lo que mas améis en este iundo. Don Lnis, su esposa, Adela y hasta el mismo eclesiástico, admiradas y al mismo tiempo Avagado» por el inspirado acento de la joven, cedieron á su enérgica voluntad. El ministro de Dios oyó la confesión de Serafina, y antes de retirarse le prometió, ceondo á sus instancias, que aquel mUmo dia vendría á administrarle la Extrema-Uncioa el Viático. La portera entretanto estaba senlada en el camapc en que hemos visto á su marido, v recia sumergida en profundas meditaciones desde que el ecle»iá;tico le babia dicho al >lir de casa de la enferma, que esta debia recibir dentro de algunis horas los Santos Saamentos para prepararse á una muerte dichosa. , j^tíSpTJT Asi permaneció largo rato, hasta que de pronto exclamó, dirigiéndose á su esposo, qwt • miraba con extrañeza: -Ruperto, ya sabes que Serafina va i recibir hoy mismo la Extrema Unción, y e«pf-re ne me acompr.ñiiras a su casa duruiiíe l;t ceremonia. Ante todo es necesario que limpies n poco la escalera, que tiene dos de ^us de polvo, y mientras tanto voy \o a llevarles u so» infelices, que carecen du mil cu-as, mis pafias blancos, mi ( anasíilló de llores, las -lampas de Jesucristo y de la Virgen Santísima, con los retratos de Santa Isabel, reina de íingria, y do Santa (ieno\e\a. Vawos, hombre, muévete: la noche t§ ha hecho parador, dr y el dia para trabajar. Ruperto, aunque de mny mala gana, principió á ejecutar las relimes de su miijer ta orterá, por su parte, subió todos los objetos mencionados » casa de los pasamaneros, que i eesabáii de derramar copiosas lágrimas, hijas del dolor que laceraban sus alligidos cnizones. i ■;. i tiiffiu . «,. Los infelices no pensaban mas que en Serafina , la cual les decía con carlfiosa sonrisa : ■ —¿Por qué lloran Vds. asi, mis queridos bienherjores ? A qué afligirse de eso modo 'lando dentro do poco iré á gozar de una vida llena de encantos y de risueños Tktracil vos u la mansión de Dios?.... Enjusuen Vds. esas lágrimas Vds. rae tendieron la man» lando la muerte rae amenazaba con la orfandad y la miseria, y yo bendecirá rtende el lo la memoria de mis bondadosos protectores. (BpM*)' (Mp «o* ( Se ceocluirá.) • •• " r' í, '-,a' WOmCk COMERCIAL. VicuDKCinizDRt 9 DB SETIEMB»!.— Fraíala dinamarquesa de pnorra y hélice, con tí ceño's Fyiland, so coinanduntc U. I'edersen, de Lisboa. Despedida.— Vapor Extremadura, c. dou :ancisco H. Rublo, de Sevilla.— Vapor Velazquez, c. don José Vives, de Sevilla. Buques salidos. — Vapor transporte con t caúones San Antonio, su comandanlo el tenlenU navio don Pelayo Llanes.— Y la balandra de hélice Primera de Puníales, para SeviiU. Observaciones meteoroIÓRicas.— U (irlo. \E. bunauellilc: bruma. A la» ti. O. fresquilo: tí* na bruma y celajería. Al Ocaso. U. idem: claro y celajes. EmutCMioms BNT»U)VS EX ESTE PUEHTO HÍST» Bt tfEwo w* BE m. * ü'*1 De Vign en 1» dias, vapor Monarca, de 117 ls., c. don Bamon Lajrler, eon €6 easroí «.iíilic« a*» Rajann Husticü. 38 idem idem a lo» stflore* Trinchel y Camal*, 8 Idem Idt-in « a.jn j,** ■••*»«» 1» Idem idem a don Franejsco K»T«11, 11 fdem idem a di B R. Rames lí Idem ¡mm k wden, lp cajas conservas á don R. Hamos, 12 fardos liarlas á don A. Fernande;, l*tm|n),