lia t*eoí*gamzaeíóíi ilasopia. 11 Hay quien supone que lo nctual permanencia en Barcelona del ex ministro de la Uobernación señor Ruiz Valarino está relacionada con ese proyecto de reorganizar en Catalnfta el partido liberal. Puede que estén en lo cierto los que tal suponen, mas por ahora sólo pueden darse en concreto de la proyectada y suspirada reorganización tres noticias culminantes, que ced i lector podrá comentar á su manera. Es la primera que ya los liberales tienen un Comité en cada uno de los diez distritos de Barcelona. De modo que ya tenemos en danza, por lo menos, diez Comités que no sabemos si comprenderán en conjunto el personal entero del partido liberal barcelonés de cuya reorganización se trata. Es la segunda que el seilor Collaso y Gil, que no es el señor Roig y Bergadá y ni tan siquiera el señor Sostres, dló un almuerzo en el restaurant Martin al ex ministro señor Ruiz Valarino, ni señor Maristany y al seflor Porgas. Ya puede suponerse que los comensales tratarían principalmente de la suspirada é ilusoria reorganización. Y viene ahora la tercera noticia, que no sabemos si será para la reorganización en proyecto lo que un ligero soplo para un castillo de naipes. Al almuerzo que dió el seflor Collaso y Gil no asistió el señor Roig y Bergadá, ex vlcalde de Barcelona, senador vitalicio y gran amigo del actual presidente del Consejo de ministros; como tampoco asistió el señor Sostres, senador y uipntado provincial y también amigo, aunque no en tan alto grac'o como el señor Roig y Bergadá, del actual presidente del Gabinete. Muchos se preguntarán: ^Cómo estos dos seflores no asistieron al almuerzo? ¡Vayan ustedes á saber! Si no fueron invitados ya tenemos la contestación, pues no era cosa de sentarse á la mesa sin haber sido previamente invitados; pero si recibieron invitación, ¿por qué no almorzaron en el restaurant Martin juntamente con los cuatro comensales ya citados? Tal vez se excusarían; mas, en este caso, ¿qué excusa dieron? Total, que por ahora la suspirada reorganización del partido liberal catalán está en agraz. Én primer lugar, ¿dónde está la masa de liberales monárquicos para formar un partido? Y en segundo lugar, ya realizada la ilusoria y suspirada reorganización, ¿quién llevarla la jefatura del reorganizado partido? ¿Tal vez Collaso? ¿Acaso Roig y Bergadá? ¿Quizás Sostres? ¿Maristany? ¿Puede que Porgas? Suponen esos cinco nombres que acabamos de enumerar otras tantas capillitas y se nos figura que son demasiadas capillitas para el altar mayor de un templo de tan reducidas proporciones como el que se requiere pare el insignificante número de congregados en el llamado partido liberal barcelonés. Pop la libertad de los piresos. La intensa campana de propaganda que viene realizando el Comité de Corporaciones populares por la laudable finalidad que encierra el titulo con que encabezamoa las presentes líneas empezó á cristalizar en el mitin del teatro del Bosque para traducirse en hechos prácticos encaminados á vencer la inercia de las esferas oficiales, donde, á pesar de la favorable disposición manifestada para conceder la ansiada amnistía y. en su defecto, la resolución de los indultos solicitados individual • mente, parece que ó no hay valor para vencer los obstáculos que á ello se opongan 6 no hay voluntad de cumplir las promesas que tantas veces han alentado la esperanza así de los infelices condenados como de sus atribuladas familias. Se ha dicho últimamente que Canalejas tropieza con el veto de los conservadores para la concesión de la amnistía y que, estimándolo una dificultad de gobierno, no quiere arrostr ría. .... Pues si la opinión popular responde, como es indudable, a las iniciativas del Patronato de pn sos, es muy probable que el señor Canalejas llegue á encontrarse entre dos dificultades y sin más solución, para salir de ellas, que arrostrar el mayor de los descréditos como liberal y demócrata ó pasar resuelta mente por encima de laa bajas pasiones y el espíritu reaccionario que informan el veto que, según las referidas versiones, viene constantemente oponiendo el raaurlsmo á la humanitaria y ■asta oromulgación de la amnistía.