Atio XXXrV-Núm. 11.615 OFICINAS Y TALLER»: Bartaii, 11 y 11 — Teléfono IS» Dirección teltKráfteayUlefMeK PUBLICIDAD-ftARCSLONA Jqevqi 3 de Agosto I9ïtr PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: W, tnrrtníiu . 1 1 1 1 1 Unida PoutL· . i 4'io g'oo .2 Ua 5» ■ AnuBciot y csquaiM Mgún urifií·i fiindáder pelSUce: ENSEBIO PASCUAL Y CASAS 5 - CENTIMOS - 5 \ Inforaaciones - Política - ^ \ EDICIÓN MAÑANA A Montserrat en automóvil Pasando por la hermosa y pintoretea can riera de Casa Mauna. Viaje rápido y recreativo. Saliendo de B*rc lona A ías 7'a8 se encuentra en MartoréJJ el automóvi) para Montsemt Salida de Montserrat i las 4 d.' la urde. Un sólo pesajt 4 peseUs. Se expenden bíltelei en la Rambla de Canaletas, kiosco frente al Continental. Para viajes extraordinariot dirigirse á la Viuda de Fermin Bros (Antigua casa Noy Xicht, TeKfono 406. — Esparraguera. Clínica. Venéreo-, Sllltis, aplicación dtl 0O6. Rambla del Centro, a5; de 11 i 1 y de 4 á g. Mejora en las comunicaciones entre Barcelona y París Quai d'Orsay Con et objeto de dar las mayores ootnodidades apetecible! i los viajeros que circulan entrç Barcelona y París Çuai d'Qrsay, vía Tolosa, las Compañías de Coches-Camas, del Midi j de Orleans, se han puesto de acuerdo prolongando hasta la frontera española, ta circulición diaria de un Coche-( aira de los que sólo llegaban basta Tolosa, «s[ pues, el tren expreso que tale diariamente de Cerbère á lis 3 h. 7 de la tarde y llega á Paris Quai d'Orsay i las 8 b. 36 de la mañane, lleTa un roche-cama directo, siendo este tren continuación del expreso de lujo que sale de Barcelona á las 9 h. ¿o de la mañi&a. En el sent. do inverso, sale de París Quai d'Orsay et coche-cama directo á'Us 8 h. 35 de la noche y llega & Portbou i las 3 h, ao de la tarde, combinando con el tren expreso de lujo que llega i Barcelona á las 7 h. 36 de la noche. Además de este coche-Cama directo, circulan en los mismos trenes entre la frontera española y Parfs Qual d Crsay, coches directos de 1.* y a.* clases del último modelo. pnAFEQftB primera enseñanza con tt■ IniTbvvll lulo, se neceaita para un pueblo de Cataittña, debe poseer Dibujo, Francés y Teneduría. Dirigirse por carta, conserje Asociación Etiterpense coros lavé. San Pablo, num. 83, indicando eseaola haya servido y sueldo, pretenda ganar. AlrffflQ Jcs <5n* Pide6611 de gran» rojot, IIIUU& de acné, de forünctiloí, de ab$céiot, de llagas tttpurantes, en una palabra, de enfermtdadee en que exista supuración, aconsejairee TA-amtnle el uso de la Leradura de Coirre n.evtdur» seca de cerveza), con la cnal obtendrán tmii curación ra tile» i. Esta esfccÍRiidad, tan apreciada de toe médlces, so cucuentra en tedaa las boeaaa iirmaciaí del inundo entero. Esljsse la verdadera Surca de tibrtcs: SttlTI (de ParlsV Dr. Serrallach .^cV^SÜ. Uní CoHnlta económica: 7 á g. Jevellniaoa, 9. 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En cambios cuando de veras se conversa, áltema ei oír coa el hablar, la receptividad con la actividad. La conversación es armfanía; supone ideas propias, y flexibilidad bastante para oomlbinarlas coa las ajenas; exi^a cátsrto calor, nK»id«mdo por un ambiente de templado taunanismo y un soplo disareto' de irosiía. Los filósofos razonan, los morulistas adoctrinan, los sabios explican, los aradores arrastran, los poemas cantan, enserflan los tuaestros. S6orabes fué todas esas cosas jamtaa(: y Sótcrates conversaba. Perdónese, pues, al úlíinKa del tfiscípulos (fue trtanifiesta sn alearía después de haber l»do algunas de sus interesantis observacioíies sobre «La cuarta República», formuladas desde la tPeqiueíí* Tribuna» de este poriódiao. La relavante personalidad qtfe habla cuotidianairnente desde esa «Tribuna», oanüenla en los térramoc más benévolos un modesio artículo mío, como hombre que toma píe de una reftorión para hacer otra, <|ue coinfpronde un aspeelo del probleimia y lo completa con el opuesto, epue sabe, en fin, aon.versar, y no tiene el mal gustó de discutir. Conversemos, pues, un momento Con ol amSifo carifioeo y ctuerido, con el cípírilu agudo lleno de pecfueOas tnlalicias y tle p-andes bondades, cuyo nombre va unido desde hace ya miuichos afíos á. totda La po lílica repiibricana de Cataluña. La verdad es quie os t atritos do aduerdoi. Sí; la tercera República ha venido á ser hoy en Franda una fórmlula ex clttsiVaaDen ife bUrjíuesa y nel ármente coasorvado(ra. Ella hft dado al pueblo la plena libertad deormciencia con la enseñaínza laica y la socuiarizadón del Estado; — del nasmo modo (fue la sepunda República francesa dió la libertad política y la priniBra la libertad civil. Nadie lo niega; pero uotnseguido esío, el ideal de lebertad eoonómaca, sin la cual todas las deraüvi cercoen de raices, atrae poderosamieinte á las nrucho dtknibres proletarias que síiwatlan con olra República, la saga, la social, la cuarta República. A eso se va; en ese sentido marcha el mundo moderna,- y ni á mñ amable interlocutog: ni á mí, nos pesa que así sea. Pero,., I ... «Por desja-aoia no estamhfe en mente do una orientación progresiva, sino de una acció 11 de relTooeso, oomoi que ta de violencia, de protesta estéril, dé «sabotadej criminal, bnríai, salvaje, que llama a gritos tic represión imtplacablo, que aleja á la opinión, àrbitra del rntundo, de Jas reivindicaciones obreras»... No puede negiarse eutacílitud á la pintura. Es un apunte de un realismo perfecto. Sin eirtbargo, la Historia nos dice qUe por estas violencias, 6, cuando menos, con oslas violencias, se han realizado todos lo(s progresos políticos. Las libertades ya conquistadas, no lo fueron sin luchas cruentas. Un Cleansenceau 6 un Briand puodm llevar 1 i inipàas las manos porquosUs abuelos se las mancharon de sangre liasla el oodoL junto A la cuchilla de la ¿aiUoUna y tras las piedras de la barricada, Rstas acciones provocan las natnraTca feacciones. Todavía el almla sacerdotal— Dobilisinramente sacerdotal— de Renán sol·G6 durante mluohos afios, aunque no todos los de su vida, 000 la nuna de la demócrata. Y Taine estimaba dué la República era una forma provisional cuyo término estaña en un nuevo InKperío. Bl temor á ertas reacciones no ha imipedido separar la Iglesia del EbtadoL A posar de aquilas, la W toantúAá va hadeodo futotiuanunte do cabí no. < toria, perol a MioTal' dice otra cosa. No CoriFundamos fo gue es con lo que debe ser. Frente á las realidades, están los ideados. Si la Psicòloga se explica la videncia, la Etica lo prohibe. Lo efue hacen los sindicalistas franceses lo han hecho efeo tívamtente otros portidarloB do otras ideas, hoy consagradas pór el triunfin y por la razón. Pero está mal hecho, Y el náal no debe hacerse nunca. En esta oontra dicción entre lo. (fue es y lo qitc debe ser, ¿de qué lado inclinarse? Para reí, no cabe duda. Todo el sentido y él valor de la vida humana oonsislen en ir adaptando la realidad al kical ó, si se quiere, en ir sacando el ideal de la misma realidad Esta labor, la única específicamente tnrmana, se llama, en la vida individual, pedagogía, y, en la vida social, podí tica. A sus resoltados les damps ed nombre de culinra. Aunque simtfíificrueímOiS oon la orienta ción de la cuarta República futura, no pcidemos aprobar sus procedí míenlos actuar les. Explícitamente hemos de condonarlos. Pero que la injusticia y la brutalidad de ciertas protestas no nos unipidan apreciar el profundo anhelo renovador que en ellas torpemente se exterioriza. Por lo demiás, también es Un hecha histórico que la Historia se va aprcwtiraianda A la Moral: también es un heoho real que las realidades van expresando los ideales De día cu día, la violencia dismlinuye, los progresos sociales resultan tnós fáciles y menos dolorosos, ios reformadores son más ' pacientes y los oonservadoros mtás tolerantes, y las ideas nuevas oonsiguen ya entrar en la fortaleza del Poder sin nocèsidad de asaltarla á sangre y fuego. Las minorías se aoostirrabran á someterse á la mayoría, y la mayoría comprende que las minorías desempeñan también una fundón esemcial en la vida pública. La oposición entre las ideas va dejando de ser tina lucha para confverlirse en una oolaboradóq, ejerdda dentro de esa normo total, ampilia, sintética, que debe ser la ley. 1 ¿Puedo aQadir todavía algunas palabras en esta oon versación,? Pues me permitiré deducir dos advertencias aplicables íi los republicanos espaSoles y, en especial, & los de Cataluña. ' Ciego ha de ser quien no vea que, deaitro( de nada, tendremlos aquí el ta-oblenia social obrero planteado en los termjinos agudos de Fra ñ ria. Pensemos, en primer li^jar, de qué modo convertiremos la lucha en cola*bo ración. No hay más quo un medien: abrir ancho cauce legil, pero de veras y cuesto lo que cueste, á las impetuosas ctorfien^ tes de transformación económica. El día en que los republicanos españoles déjennos de ser algo sodallstas. nos habremos cerrado el porvenir. La alianza con el Partido Sodalista está librando í los reh publícanos de convertirse en una agrupación histórica, de ideario cuarenta años atrasado, y libra muy en espedal1 á la V. F. N. R. de cristalizar en un aburgueh santicnto insoportable. En segundo lugar, tengamos presente que Francia va á abordar el problema obrero cuando ya tiene resueltos los otros problemas característicos del siglo XIX, como por ejempplo el do la escuela popular y d de la libertad reli^oca, en los que ba triunfado la tercera República. (Pero nosotrosí... Nosotros tencrrcmKw ahlea codicia*, de eue ineeneaiae ambieionee. Ee menester que Francia que no quiere a» fthin en MorritacMi renuncie á Jmmatar anee segundo» Pirineos contra EtpaJia, eemmna'indose á la vez de que Inglaterra de momeóte indnipuesta con Alemania por et golpe de Agadir, no cóneentirá tampoco un nuen Bizerta enfrenta de Oibraltar. Se áariaa itueionee fea fnneusos, ei creyeron que a» interpreioelin natural de la cordial asnfanta». 0/ plan de conrertir Marruecos en ma prelengjciin de Tútm y de Argelia, Inglaterra ha ptttíde Merér ta acción francesa en el Mognh ame ana nseeaidad, pero atenuándola, ponderándola, con la internación de Capaila. En Londres, y ne en Pari», ni mn Berlín, aa donde hoy que buscar la fórmula, la solución daññftim del problema, que no está en tas bodegas de lee grande* aoerazmàto, sino en el jinioo regulador dé la Justicia diotributíra, ta lüfrtad dol comercia. 0o es paeüdo qum ol ivea eantido ingUs, doseonotea la nseosidad do a» cerrar é Akmaaía, á en poélaelóa cada día crodoato., ha núcleos fatmo* do ihoenntrfnuonlo menorftaf ta que pretendo eenrertirse- on inmenso cançó de batalla, no ha do sor otra cosa quo amplio mercado, donde 00 entable la cempotenda económica, dentro de la hgalidad común del respete al trabajo humano y al genh de las nacionee, ■■ > f asi ontondida la-eueoU6n de Marruecos, dejando de oer á la vot materia de conquista, caeotíón alianzae internacmnales, será hora que el aañor Canahjas, roeerdando palabrae que pronontíar», en una de osan inspiraciones Inotintiras de sá gran talento, mal sem'de á vocee por la voluntad, ee ponga á la altura de un verdadero hombre do Estado, trocando el carácter militar que hasta el presento ha tenido para noo- otros, la cuestión, en aquel otro económico, comercial y civilizador, qae supo perfeetamente entrever, on el discurso á que aludimos. Es notoria nuestra inferioridad para situarim con esperanzas fundadas do resultado, en ¡a situación comercial, que el prínelph de libertad, ha de engendrar on Marruecos. Pero pedemos tener iniciativas y energías, faenas naturales y ventajas de situación á estimular, á aprovechar, en muchos de ka ramos de ¡a actMdao humana. Se acerca en ana palabra, la hora de aquel gran discurso económico, comercial, financiero, á la inglesa, en ol cual el presidente del Consejo, pensó en señalarnos, desde Barcelona, he radiantes horizontes de ana polltka de expansión y de trabajo, que coincidiendo coa un despertar do nuestras energlae adormecidas y de nuestros capitahs retraídos, determine el máximum del concurso del Estado, en riota de un futuro esfuerzo de nuestro oomercio y de nuestra industria. Ecos En Dresdd se está celebrando Una Exposición Inlcoiadoofil de H^ene Haoo dos meses quo está inaugurada, ocupando la atención do toda la prensa mundial, con la única y exclusiva excepdón do España. Un amigo nuestro — muy querido — SaHtiago Segura visita la Exposidóu. Y .íkste el proposito de enviar unas cuartillas ñ La Publicidad. La Exposición está ápurtto de clausurarse y el pabellón de España aún no está conduïda Sólo figurarán en esta pabellón — si es 3 lio Uecti á terminarse — unas fotografías e los doctores Pulidlo y Chicote, de Madrid. Y aún no están instaladlas. Claro es* tá, la gente hace chistes á costa de España. Ante esto caso, por patriotismo, nuestra compañero desiste de eqyiar ninguna clase do información. Se ooncróta en decir, por si algún espaffoi quiere ir de waneo por aquellos parajes: «Hace mucho calor, pero mudio, Y el pabellón da España está sin terminar, Y la gante rie> Siempre es un VpwtodQ contribüír á la alearía do vivir,. . . ea*on la rootrSakuzación operada por e| Gobierno de la República francesa, del Estado Mayor, so encuentra nj frente do los ejércitos dfe la pación vecina Un catalán. En efecto, d gcticral Joffre es hijo do RiVeBsItas, dofufer m habla todaría nuestra lengua, 1 • » A.iyTO J> EIj li't'Á, La Invenelóa dtl c«erpo d« Sao Eltébao proto- • mitttr. Santo Donlofe dt GiuBitar Idr. y Perpètua, rludt. La$ dcclaradone$deNr. /I$quith De las iJilraas dedaradcuies hechas por Mr. Asqtiith en la Cámara de los Comunas definiendo el maito de vista británica en la cuestión de Marruecos, cabe afirmsir quo d bien no esdarooen tanto aaala m de desear d horizonte poli tico internacional ; sobresalen en días dos puntee satisfadorios, ¿ saber: <|i» d Gobierno inglés cree en un aouerdo, mmy factible, entre Francia y Alemania, acuerdo dd cual no han de salir perjudicados los intereses brilánioos, y en segundo lugar la alimmdón solemne de que Inglaterra no intervendrá en ninguno de los arreglos que aquellos dos países puedan hacer, aparte de Marruecos, en la parte oriental dd Aírtdá que afecta á sus respectivas colonias. Sin embargo, no puede considerarse cotme derla en todas sos partes esta última afirmadón, por ser patente la presión de Inglaterra en las difi cultosas negodadones efue están llevando á cabo en Berlín, M. Gantbon, embajador do Franda, y Herr von Kiderlcn-Waeotiter, secretario de Estado alemlán, y en las qlue se ha tratado de ceder la colonia francesa dd Gabon á Alemania áf Iftulo de oom pensa ción por el oontpleto abandono de Marruecos a Franda. El Gabinete de Mr. Asqtnth en esta Cuestión ha mostrado sus deseos de un modo ntonifiesto. Franda, aparentemente; es libre de obrar, pero es Inglaterra la que dedde y la quo obliga, con más empeña que la misma opinión eran cesa, á guardar la costa de so territorio del Congo. Fácil es comprender la ansiedad inglesa ante este problema colonial de inesperadas consecuencias, £9 territorio do Gabon, ctosía de lOongo francés, es limútroTe por d Norte con la tnlonia alemana del Camerún, y por d Sur con ta ooionia portuguesa de Angola, Portugal, absorbido por un largo período de tiempo en su reconstitución interior, y siendo además Oslado débil y pequeño, se vería obligada á ceder oonnerdal y tpiízás politicamente cetonia á su temobie vedao. Y ¿abrogándose Alemania en el derecho de reversión que Franda posee sobre d Estado libre del Congo, si Bélgica cediera este Bstackv avanzando sos Iftmties Alemania fyi nin obstáculo desde sus posesiones crientales hasta las occidentales, llegaría á ser la n^iyoT poteada de Africa. Así Inglaterra no puede permitir tal cambio en la balanza del podorfo africano, cambio, además, que hana perder instantáneamente todo , d valor estratégico dd ferrocarril dd Cabo al. Cairo, disarinuyendo iji'MMtettufente su valor comercial; como tampoco puedo olvidar la antigüe ambkjón del rMxurto, ya que no del poderío absoluto, dd Congo libre. Y volviendo á las dedáradones de míater Asquith, si se lee entre líneas, puede verse en ellas una invitadón á . Alemania para que dé una explicación de sus deseos de un modo final y definitivo. Corresponde ai «aperador, de retoitm ya de su excursión por el Norte, d responder á tal invitadón de una manera clara, que es de desear sjn concillactora y parcuica alojando toda sospecha de la ¿ierra temida pe** Inglaterra. Sin embarga, la situadón es .muy crítica, pues si la democracia alemana; la burguesía industrial y cometre' al no dusca ninguna guerra y sí sólo la material prosperidad y una influyente política exterior por la paz, no sucede lo propio con las clases aristocráticas que forman un partido imperante que dirige y llena el -¿íérdto y los altos puestos de la admitrLtradón, y que está com vencido de que la salvad ón de Aicmania depende de la conservad ó n do sus privilegios. Desde 1870 Alemania ha llegado á ser la potencia más industrial de Europa. Contra el Industrialismo ha naddo el socialismo amenazando cada vcx más la posición de las das» priv.l g ad-ts, ginundo te reno en cada nueva elecdón ledslativa. Pero ei partido aristocrático es fuerte y aun manda, fornurado apretada falange alrededor del kaiser, y no encuentra otro medio de detener el cnctíento liberalismo que d de una guerra exterior, concmtrando las energías de la nadón en otros puntos de mira. A. C. pes, le rogamete la inserdón de este e^rr-to y de las siguientes rcdlficadones ó aci - radones: 1. * Que según loímios en El Progreso^ el Instituto Médic» Sodal de Cataluña dió un banquete á su sodo hoaorario d reputado Oocbar Ortega Miorejón, habiendo dichq lo mSsmo El Liberal y El Noticiero Uní' versal, y que si ahogra el Instituto y so secrelano niegan este hecho, no es al Co Icgío sino á la Prensa á qjuien deben dúi· ^r dicha rectificación. 2. a Que el pretendido Uso del libre deTO- < Cho del dodor Martínez Vargas contra las Corporadones médicas de esta dudad no es absoluto ooirto se pretende, sino limitado por las 1 eyes, pue> nos hallamw dentro de un régmnen constitudónal y en un pafs d vil izado. 3. a Que si los señores socios dd InsU' tuto creen que un miembro de la Junta dd Colegio les haya ofendido en un periódioo delf^ftnánado, nadie ffles impide pcoOEpdl contra el nasmo. 4. a Que el critfflio de que no ddicbdak recordar el fallo condena torio dd Colegio contra el doctor Queralló^ por haber sida anulado por d Eix amo. Sr. Ministro de la Gobernación, es un criterio estrecho y amidarà tico, puesto que las leyes nos conceden el derecho de considerar injusto dicho acto mánisterial y de apdar ante d Tríbusuri Supremo, cuno así lo hemos hecho. Además, ¿tiene, acaso, algln valor legal 6 míoral la pretendida anulad ón de red orden del fallo que nos ocupa, decretada sin el previo y obligado inJarn» de la rrespondiente oorporadón técnica y ooosulliva, por un señor mini. tro que deseosnoce el asunto? las personas descali Ücada^ por los Jurados profesionales, 6 sea por ios tribunales de honor, pertenensm al ejérdto, al clero, á la Facíutlad de medicina ó á Cualquiera otra dase, descalificadas quedarán, aun Cuando á ello se opongan I personalidades de 1 a altiva y de las foruial·1 1 udad del ex ministro señor MSerino. De nd Srevatecer este criterio rem liaría et e viente absurdo de que la tntoralidad, en di ejercido profesional quedaría sujeta á las vari adones de la política, on desprestigio I de todas las d ases sedales. 5. a Que en cuanto á ta pregunta que no» dirige El Progreso y duyo texto es «¿cómul se dieron por aludidos d d doctor ^rti-l nez Vargas no citó á ninguna entidad ?>4 mnl^estaregdos cumplidamente en ía sUguíente fonpta: No nos dimos, en un priO'l dpdo, por aludidos, poirque-ímncdiatamentel después del brindis del dodor Mariínee Vargas se supuso en un diario de esta o* pilal que dicno señor no so roforía á nft* otros, sino á una Academia que se dtaba; pero luego hernias debido darnos por alu-l didos desde el memento on que El Progreso en su nútaiero dd día 26 'td aeüual, oontes-l tandó A nuestra protesta, aunque sin insertarla, poblioó un suelto intendonadisl·l rao, titulado: «EU Colegia de Módicos. Y dd dinero^ ¿tfnét*, dd cual puede deducirse que somos nosotroe los culpables de la filtración que ños ocupa. Por estos en virtud de la I otra y dd espíritu del imendonado escrito, publicado en el órgano 6 defensov del doctor Martínez Vargas, nos vemos en i el coso de exigir al denunciante (así llamti El Progreso ai dodor Vargas), que declarí de una mhnera dará y caiegónca si reaN mente se ileftere á nuestra Corpofeudóix. Asi la exige nuestra dignidad y nucstri honra. Ahora ha de penmlirnos El Progre* so le pregimtemiois: ¿cómo se corn pren de eme en la edidón del día 26 nos diga «cuan* do se denunda una fil Ira ción de cantidadeag en primer lugar debe exigir:» al dcminciani* te qtre concrete á qué entidad so reforíaj cosa r aluditkks si d dodor Martínez Vargas no citó á ninguna entidadTi Y después de semejante contra* diodón aún tiene d diaria que usted dirige el valor de docip: «Han sido inhábilos jr torpes». ¿Quiénes han st.'o realmente los inhábiles y los torpes? i,Es que Fl Prograo partía del prindpío de qua podía ofendertios tmpujh.cmon.il^ Pues se han equivocado. Y El Colegio de Médicos ttUo la Señor Director ae 1»% Publicidad MUy aiaLinguido señor uuestroi: Ilabiéadose publicado en d diario de euta capit)al Aí Progreso, edidón dd día 27 idet pasado Julio, un escrilo del Instituía Módico Sodal on d que se nos atribuyen hechos falsos ó desfigurados y habiéndose permitido dicha publicadón en el mismo número^ conceptos que creemos ofensivos; amparados en la Ley de Imprenta, lo remitimos las debidas rectificadones ó adoradones, suplicándole su inserdón. Pero este tí ¡ario, después de habernos atacado de una manera poco calía, no sólo no ha querido insertar nuestras oorroclas adaraciexnes, sino que además nos ha dirigido frases ineonoebible$ é incalificables. En estas circunstancias, apelamos á la caballerosidad de usted, rogándolo se digne publicar en el diario de su digna direcdón d expresado remiUdo; la contestación, ai último ataque