La Asamblea del jueves, vista por nuestro dibujante Sánchez Tena © quod 'daoo af/amacco r rm g^óa a ^ /a ya cp/p¿rp 4sa^¿oa dg¿ 7 cío Junio* y cuando el tanteador marcaba 1 a 0 a favor de los malaguefiistas. El terreno fangoso y resbaladizo, no pc-nnitía llevar las jugadas con la rapidez y precisión necesarias; los resbalones y caídas menudeaban, desluciendo así el juego. De haberse jugado con el campo en condiciones, estamos seguros de que hubiéramos asistido a un buen match de fútbol asociación, al menos así hacía augurarlo la valía da ambos contendientes. El goal que dió la victoria a los blancos fué conseguido por Cuberta (F.), de un fuerte chut que el guardameta Victoriano al prettender rechazarlo con una *zamoranas. falló el intento, introduciendo el balón en su red. Componían el equipo vencedor: Fargas, Marmolejo y Schneider, Martín, Casado y Gutiérrez (B.), Uuztner, Cuberta (F.), Pedrós, Soto y Jo8é-Maii. El arbitraje corrió a cargo de Pepe Font, que lo hizo a gusto de todos. TOMAS AYU.O.N ZARAGOZA El ofinipo C'ftlaliiny.'i de I.as Culis lia .iii.üadu en Zaragoza dos encuentros y en ambos ha salido u'iui'dui' con Uu sdire a su favor ipie podía sonrojar a nuesti-os cilios. El piinu'i pai-iidu romia la Real S. Sladimn filó para los \ isilaiitr-; un ( np.iiiuio (ioininio. Caftl desde el pi iinci- hkuiií-'iUi), d( ■-iilt^ando i su láctica de verdadera e íutima unión se impusL'iuii, y una vrz legiailo .1 cnipaic a un goal, maicaiun ha-ta cinco má-, . Éforts pudo fácilmente drmo-aiai' su iiaiiiljilo.-d jueip>. El gegundo pailido l'ih- i-oiiira v\ l-'u ik la i a. B^tfl sociedad pre^mis Un testm bien fui-üiado excepto el medio dcici ha y t-l cvlvemo del mismo lado. jg] pi imer lienipo í tu'; do vt'i M;^!, i a i ¡validad y la lucha anduvo nivrlada y ii ñida. Las vi.silanlns maiHaiiin do.s goals. La segunda paite se caracterizó por un embotellamiento aplastante del Catalunya, que marco dos goals más. Pero el partido fué pm.i el Pnmlara de mayor gloria. M. CAY Al margen de una Si alguna vez se ha usado con propiedad la frase: «LTna tempestad en un vaso de aguax-, debe de haber sido con relación a la última Asamblea de la Federación Catalana de Clubs de Foot-ball. El estado pasional de nuestro deporte hace que los asuntos e incidencias más haladles de la política foot-ballista tomen proporcione? desusadas. Y ha bastado un momento de serenidad y reflexión por parte de los dos bandos que amenazadores se alzaban frente a frente, para que el asunto tuviera armónica solución, dejando desencantados a los que esperaban gritos y estridencias y todo el pintoresco desarrollo de un espectáculo parlamentario. La cuestión que en dicha Asamblea debía debatirse era en el efondo el problema del profesionalismo, hoy planteado como problema de difícil solución ante lodos los organismos directivos, desde el más modesto Comité de Club hasta la entidad directora del foolball inlernabional. La Asamblea de Vigo de 1922, en la que se discutió este palpitante problema, sin la valenlía precisa para atacar de frente su resolución, dió una receta a la que podríamos considerar como esas medicinas caseras, emplastos o aguas hervidas, que si no curan, tampoco hacen daño. Se cogió el profesionalismo en uno de los momentos en que se manifiesta externainenle: en el momento del cambio de Club, y so dictó la disposición por la que se exige ci permiso del Club ele procedencia para el | r:;- paso a otro Club. Como se ve. este acuerdo deja virgen el problema del profesionalismo dentro del Club. jSl acuerdo de Vigo sólo debía tener validez en el momento que cada Federación regional lo ratificara, y para este trámite se reunió la pasada semana la Federación Catalana. El Comité Directivo había hecho suya la disposición referida y la presentaba a la ratificación de la Asamblea. Pero ésta no aceptó la propuesta del Comité y acordó que hasta la temporada 1923-24 no rigiera tal disposición. ¿Qué había pasado para que la mayoría barcelonista no aceptara la propuesta de un Comité barcelonista también? Pasó que. por una vez, los directores del llarcelona F. C. se dieron cuenta de que el valerse de una mayoría formada por Clubs rurales para imponer constantemente su cri¬ terio a los Clubs que tienen una histeria y una significación característica en el deporte catalán, era una equivocación que sólo podía conducir, en último extremo, a una honda perturbación, cuyas consecuencias, difíciles de predecir, habían de ser perjudiciales para todos. El F. C. Barcelona, por su importancia, por el número de adeptos, por la significación que pretende tener, no puede limitarse a procurar su propio engrandecimiento en perjuicio de los demás. Sin descuidar sus propios intereses, tiene el deber de desarrollar una política externa de engrandecimiento del foot-ball catalán, de pacificación de pasiones, de coordinación de opiniones, y en el momento en que descuide esta misión, verá crecer a su alrededor la enemistad y el odio y con ellos el peligro de .perder la situación que ocupa. El Campeonato pasado es una prueba de eso. La persecución encarnizada contra un jugador fué la causa preponderante de la pérdida del Campeonato. No olvide que el odio es destructor y que sólo la paz entre los hombres de buena voluntad permite el logro de los ideales. .TOSE >1 A 11 1 A TALLADA CAMBRILS V. ('. Cainlmlfiiso y Reus l»oporllu (reserva) El pasado domingo, día 3, ante enorme gentío, se jug' un partido de carácter amistoso en el campo del F. C. Cambrilense, entre éste y el Reserva del Reus Depnrtiu, resultando aprnamenle interesante y animado dado el juego desarrollado por ambos onces. muy especialmente el Deportiu, que dominó buena parte del partido. Los goals hechos por el Reus Deportiu fueron marcados por Pallejá; es digno de especial mención el primero obtenido en un soberbio chut al ángulo, este era imparable, y los otros dos de tiros fuertes al ángulo. Los goals hechog ppr el Cambrilense. fueron los autores, Guillermo. García y Llurba: el primero de un cabezazo muy bien intencionado, consecuencias de un comer, el otro de un shoot no muy fuerte, y el oír., de un colosal tiro. Después de estos jugadores sobregalieron por parte de los locales: Ribas y Vergés y por los del Reus Deportiu: Giménez, Sisteré, Margalof y Callao. El Arbitro muy parcial por parte del Cambrilsense. SAGUSTE. frjRM* * tefiüí* no oBt-iCaroR'/) Uf* SiNO NOMñJ TítflBieN ítiliiiiiitlli y — lo quo íoo /a ^^ambloa feoíofat/ua . . ¿ PAGINA Ift AIRE LIBRE