280 La Academia Calasanoia de incontrastable solidez para combatir semejantes errores y absurdos. Acudamos, pues, al abundante arsenal de las obras escritas por este genio gigante, por este atleta del catolicismo, por esta maravilla del saber, pues fué tanto y tan extraordinario, tan alto y tan profundo el que atesoró que le ha dado el glorioso sobrenombre de Doctor Angélico del Angel de las Escuelas; y extrayendo de ese arsenal, rico venero de doctrina, las poderosas armas del raciocinio, de la lógica y de la ciencia verdaderamente saludable y regeneradora, por lo mismo que brota de la Fuente originaria de toda ciencia, que es Dios, riñamos denodadamente con tales armas las batallas del Señor, cuyo término no ha de ser otro, tarde ó temprano, que la más señalada y gloiiosa victoria. He ahí trazados algunos rasgos no más de esa colosal figura del siglo XIII, llamada Tomás de Aquino, que, tanto por su rara santidad como por su ciencia, que alguien ha calificado de infusa, es asombro de su época y maestro de todas las edades. Manuel Casasnovas Sanz UN RETOÑO DEL ARBOL CALASANCIO XI Faltaría ciertamente uno de los rasgos más característicos de la fisonomía espiritual de los egregios Fundadores de las Escuelas de Caridad de Venècia, si no pusiéramos de relieve su ardentísima devoción y filial afecto á nuestro amadísimo Padre San José de Calasanz. Confesaba el P, Antonio Angel que desde que empezó á rezar el Oficio Divino le llamó poderosamente la atención aquella incomparable figura del Santo Apóstol de los niños, concibió una alta estima de sus méritos singularísimos y sintió nacer en su corazón un afecto vivo y sincero, que fué creciendo de continuo hasta transformarse en tiernísima devoción.