[CRONICA DE PARIS | UN "GONCOURT" PARTIDO POR GALA EN DOS lp o r JUAN B ELLVE SER 12 diciembre. Ei menú se componía I de ostras de Marenaes, langosta de [llijiisii. gallina rellena a la manera de I AuTornia. queso camembert y un «soulIflé» Grand Mumtsi. Como Tinos había I un -Pouilly Fuissé-. seco y ambarino, un I robusto -Malartic 1936. y el -Blanc de iBlanc» de las mejores tradiciones literaIrias. Hasta aquí todo era lógico y normal. |h almuerzo había sido pie< e«Mdo de un lupsiltiiL) Heno de discusiones. Y limitaba todas partes desde el principio hasla el fin con un crecido número de fo|tóqraios. La plaza Gcdllon se hundía en la atmóshúmeda y tria que corresponde a ■ estas iThoa. Apiñados dentro del resate «Drouant». los periodistas bebían ■copas de champaña o de vino blanco. atrás aguardaban el resultado de las I deliberaciones de los académicos. Y la •Colefte-, que había tenido súdente »ol mitad para evadirse de su re ¡tiro, sobre el paisaje reciño y nostálgidel «Palais Hcyal-, procuraba una ¡anécdota inesperada a tos iniormadores jal Terse obligada, por culpa de sólo Dios I sabe qué huelga que había paralizado el a sabir del brazo de Roland I Dorgelés. y a pesar de los achaques de I su pierna enferma, la escalera altombrada | de rojo. Una Tez más el «Premio Goncourl ■ . [tiesta parisiense de las Letras, situada en linderos brumosos de Naridad. se des ¡arrollaba apaciblemente con arreglo a un I ritual ya rietc Sin embargo, esta normalidad del -Gon ourt- era sólo aparente. -Los Diez- tro AV. JOSE ANTONIO. 630 Algunos miembros del Jurado dol Pre dicionales. desde la Liberación, habían quedado reducidos a ocho, puesto que Rene Benjamín y Sacha Guitry, a pesar de que la Justicia no haya podido condenarles, ttrrhinj, sido excluidos a partir de 1944 de las invitaciones para el almuerzo célebre. Y aunque este año los • Goocourt» De iiquierdo o derecho Leo Lorgmer Fronci» Caree. Calctlc. A. BiMy, RoMond Dac^etn y UKien Detcares -Goncourt- mayoritarios formularon su invitacion pera la reunión, pero no para la rr*niAn por carta certificada escrita y enriada ante notario, el más elemental sentido de la dignidad impidió a los otros academices aceptar una invitación formulada con taies reservas. En fin. Francis Careo tampoco acudió El autor de -Jesús la Caille- guarda de masiado dentro el espíritu de la vieja bohemia de Montmartre para prestarse a las intrigas, un poco políticaE y un mucho trufadas de pasioncillas mezquinas, del -Goncourt- de ahora. Careo no se siente a gusto, por lo visto, sentado a una mesa literaria en la que ni siquiera se ha tenido la elegancia de poner un cubierto para -ei Comendador- difama do y perseguido. Y prefiere quedarse tran quilo en su casa de campo de l'Isle-Adam. que lleva por nombre -La Pionque, que viene a querer decir -E3 retiro- en argot y donde las muelles ventajas del confort moderno se armonizan amablemen te con esas concesiones al azaroso pasado que se traducen, por ejemplo, en la indumentaria del escritor que suele recibir a sus amigos vestido con una camisa rasa, bordada, de mujik. v un estupendo temo de pana verde botella. Reducidos, pues, a poco más de media docena, -los Diez- perdían prestigio al quedar limitad es a una cifra. Otra catástrofe les aguardaba: la escisión. Y por primera vez en ia historia del Premio y la Academia, que desde su famoso -granero- de Auteuil fundaron los hermanos Edmundo y Julio Goncourt, el laureado de este año ~ Jean-Louis Curtís, que se llama en realidad Laffitte, es profesor de ingles en el liceo -Jacques-Decour- y ha escrito el libro «Los bosques de la nochepuede ver discutido su titulo por otra banda gemela de papel aue aparecerá, quizá, envolviendo otro volumen que no es ei sayo y creando la rivalidad de dos simultáneos -Goncourt-, desde esas ventanas al mando aue todavía no ha renunciado a leer que son los escaparate» de las librerías. La escisión la habían provocado Rene Benjamin y Sacha Guitry al la prensa que ellos habían decidido -premiar- al gran escritor Kleber Haedens por su libro «Adiós al Kentudry-. Natural mente, esto no quiere decir que Kleber Haedens reciba recompensa material alguna, ya aue es infinitamente improbable que nadie se atreva a reclamar siquie ra para él las dos decimas partes de esos S.000 trancos a que asciende monetariamente el Premio, que hie creado para per mibr que un escritor ¡oven pudiera consagrarse a su tarea sin preocupaciones inmediatas de tipo económico, pero cuyo importe apenas puede bastar, en la ac tualidad, para pagar la cuenta de loe aperitivos con qae cualquier «laureado- tiene que obsequiar a sus amigos. La importancia de la escisión de Ben jamín y Guitry reside en el hecho de qae si. como parece, intentan a los de más miembros de la Academia Goncourt un proceso por «abuso de poder-, y lo ganan, todos los nombramientcs y los premios de estos años últimos quedaran anulados. Se podrían ver afectados por este proceso André BUly. «Colette- y Ale zandre Arnouz, que fueron designados académicos per los mi^mh».-^ de una corporación incompleta: y no serían válidos tampoco puesto que no fueron conce didos de acuerdo con los estatutos -loe premios que recibieron la mujer del poeta comunista Aragón. Eisa Triolet JeanLouis Bory. Franás Ambriere y Jean-Jacques Gaufhier. son contar al precario laureado de este año. El difacil paréntesis de las huelgas termina apenas de cerrarse, de cara a una pausa de penuria y de fatiga. Y el franco, bajo el peso abrumador de varios miles de millones más de sus hermanos que han salido estos días a la calle, ve hun dirse peligrosamente su línea financiera de flotación Pero. París, arruinado y envejecido, conserva una eterna juventud literaria. El Premio Goncourt. que fundaron dos escritores hermanos muy unidos, acaba de escindirse en des. Este tema apasiona. Y lo demás . lo demás son sólo gritos de alarma sin importancia, y cu bos rebosantes de basura que se obstinan en seguir alineados en las aceran de la ciudad como centinelas absurdos de una época con fútiles pretensiones ató micas. Porij, diciembre DISTINGUIDOS UCTOHA O LtCTO» CON UN SALUDO UfN COBDIAL U DfSÍO UN MAGNIFKO AÑO t948