4- sus bien orientados artículos en las diferentes números de su primer año de existencia, y nos consta la buena aceptación que ha encontrado en el público, y sobre todo en los centros en donde se pulsa la opinión. Ello nos hace pensar en lo mucho que pudiera hacerse y no se hace, y en lo infecunda que va resultando en nuestra ciudad la acción católico-social. A despecho del carácter individualista propio del genio de sus nativos, cuenta Barcelona con una infinidad de asociaciones, cuales no las tenga ninguna otra ciudad de su importancia, todas con el denominador común de católico-benéfico-sociales. Todas trabajan dentro del círculo, que limitan sus estatutos ; su acción no se extiende a más. Nos hacen el efecto de aquellos menestrales del siglo pasado, que holgaban satisfechos con los reducidos rendimientos que lea daba su mezquina, tiendecita, Pero hoy es preciso cambiar de táctica. Al romper Barceloua el círculo de murallas que la aprisionaba, convirtióse el menestral en el grau industrial de nuestros días. Se impone cada día con más imperiosa necesidad una acción mancomunada de todas las entidades católicas, que sin salirse de su esfera peculiar, vivan compenetradas entre sí, identifir oadas en el mismo espíritu, juntando sus esfuerzos cuando las circunstancias lo demanden. No podemos menos de lamentar la paralización de la acción católico-social. Hubo un tiempo en que se trabajaba y se cosechaban frutos; hoy día su actuación es casi nula. ¿Por qué? Sin duda la invasión del sindicalismo rojo, con su secuela de atropellos y atentados, ha retraído a los más tímidos ; ello es cierto que hay falta de espíritu cristiano, y que él sacrificio, que de él procede, no es planta, que arraigue en las cumbres. D© éstas debiera venir el ejemplo, y no la . deserción cuando no .se palpan la gloria, el renombre o el incremento en el negocio. I Y pensar que en Barcelona hay tanto elemento sano, que bien conducido pudiera laborar tan felizmente en pro del bienestar social 1 De desear sería que en nuestra ciudad existiera un edificio, ,un. « Casal Popular », centro de todos los centros de las entidades católicas. Así se establecería una mayor inteligencia, habría intercambio de iniciativas, los proyectos serían más viables, y en un momento dado se tendrían dispuestos a entrar en combate todos los elementos sin necesidad de alistamiento? y movilizaciones. Asimismo se podría pensar en el día de mañana en