(Número 217.) Martes i7 de Octubre de 1820, (Precio 4 cuartos.) POLITICO Y MERCANTIL DE BARCELONA. Sta. Eimieis Viuda. Las Cuarenta horas están en la iglesia de San Francisco de Paula , se reserva á las 6 h. NOTICIAS ESTRANGERAS. Se sabe de ¡jositivo que el día a de octubre el Rey de Ñapóles juró soleirmemenie ea el seno del parlaménto la CoastUociOn , proituilgada en Cádiz en 1811 , después de cuyo acto se enviaron estmordinarioa para anunciar este fausto suceso. Parece que el temor de la sania alianza jio lia detenido i¡ aquel príncipe praiule en la gloriosa carrera que y 1 íia emprendido Y ¿quien le detendrá si tiene en su apoyo la justicia , la opinión pública , y la protección del aliisiniu que se Cuiisó ya de los tiranos y señaló su caida para el año de 1810 V El príncipe de Meiernk-li que se halla en Vien;i parece muy ocupadu en trecueutef conferencias con los ministros de Rusia Francia d Ingl iterra ; quienes reciben coniimiamonte pliegos de sus respeciivas cortes. Se asegura que la invitación hecha al minisiro de Ñapóles duque de S. Gallo á volverse á su patria y á renunciar á la esperanza de emrar en Vie11a , aun como simple particular ha sido en viitnd de una decisión lomada entre ellos consecuente á los poderes que lienen. : En un papel de Francfort se pública el artículo siguiemo: «El dia 9 el conde Golowkin , embijador ruso en Yleníf comunicó la declaraciun siguiente al prnici"pe Cllfthile. encargado por la corte de Ñapólos de una misión cítrao.-dinaria cerca del emperailor AleíSudrOa »Sr. P;í iL\pe, roe apresaro á ;iiiunciaros que ucabo de recibir órdenes de mi corte en respuesta til mensnge estraofrfinario. que yo le habia enviado con.urmc al deseo que me habíais maniféiliado en vuestra carta de 30 Oel mes pasido. Kl emperador mi asno , está unida con tus altos aliadus por la fe de los tratados . por la mas intima amista. i y por una conliaiiza tanto roas i'.rar.Je , cuanio que el restabi-.'cimieM'.o del orden so.iai , que fue el primer motiva de esia aüauza , se ha bocho objeto muy esencial. S. Mi I. no pueda de ningún modo apartarse de lii linea que !o está trazada pur sus obligaciones. Todo paso qoe «liera í'.ijladauienie , ó toda poaiciotl que tuviera la menpr apariencia de iniciadva, seria lo mií^no .quc d-.-iVÍaise de eíta regla que dirige por si sola la púlílica del gabinete imperia!. — S. M. I. se perniitiriii üienos que nunca semejante desvío en un objeto de tanta importancia, y de interés tan general et: mvu principio, no en Milán sino en lía» noven ¿Quien podrá dudar de esto al ver que Ompteda , áispuea .le haber egecuiado las órdenes que había recibido para levantar cerraduras, hacer llabes maestras y rouar cartas , y después de haber reusado como un cobarde aceptar el desafio que le propuso un valíen'lts ofuíal , vuelve á llmnover en don ¬ de se le colma de honores , se le pagan los snelíos que se le habían quitado en east.lgo de su condusta mientras Bonáparte o;upá aquel país? ¿Y que diremos tfe la conducta de nuestro ministro en Stuttgard , que viola las leyes de la hospitalidad, y que al momento de sjlir de allí la Princesa se precipita en su cuarto, registra su orna y se pone á negociar con su criado? ¿Qué diremos de esa comlsion de Milstn •, rficéptaciJIO 'le c;íados despe>lidos y ríe traidores asaliatiacUwS W Para qué conozcáis el carácter de esos teiti^cs, continuó, voy á leeros una carta del Sr. Godfrey eq cuya estuve el teitlgo Socchi , bajo el nern- bre de Milani. Este iesii¿o ha declarado en la bar