[2] ■! (.'.» i i'",'':!"}"), -.■,<,'■ '.) Lí; r/j f/'S F«"sW y Porfirio. Asi para rebatí* aus sofismas menester" iiabetnos lioy de otros auiilios científicos , que los que ya coa tan buen eslío en aquellos siglos sí emplearan. Y aun lejos de haberse calmad*, y entibiado , parece crecer de día en dia su furor , y su arrogancia y soberbia. Si ; digámoslo con franqueza ; aun en las obras de Juliano misino se de^a. como entrever un resto tíe pudor ó de buena fé con respeto á la persona y muchos milagros de Jesucristo, qne ridiculiza, es verdad, y rebaja con sn acostubrada ecrimonia, mas cuy» existencia supone:' bue^fé que en vano se buscarla en los incrédulos modernos, para quienes .el cristianis.mo no es otro que una copia ó parodia de un antiguo sistema astronómico ; Jesucristo el mismo que Mitras, Persao, Apolo tí el sol ; Dios y el Demonio ó el bueno y el mal principio f el frió y «1 calor, ó el fiol: Ips signos de capricorno y de cancro ; los siete patriarcas aiiie-díluviariOí-íOT siete planetas; ios doce apostóles los signos del zodiaco: &c. &c., delirios que iio hace ipuahos años viéramos con asombro anunQtar á esos autores elal origen n>< efidos, que de aelo por la ¡Religión; si en vea de ana Pastoral caluannlesa é insidiosa como demostraremos 'mftñaiM ó pasado, nos bubters V. S. L regalado no Anti-citadvr, á ua» rafalacton solida del Dupuis, aonti que.' naos hombres qvt tienen cuarenta ó cincuenta mil duros de renta parece debieran saberla hacer eti pocos dias r hubiera V. &. I. servid» oiis t-.cn la causa de la Religión , ya q»e por das^raria, y coti ascandaio de todo el pueblo eatatán, ni uita sota vez, ni por incidencia sa nonubra «I gran pacto de los EspañoUs en su larga Pastoral, omitiend» y Jesdeñando asr servir á si» patria en una materia que de su propio peso paréela exigirlo. Y á prepósito , jse ereeiia arin» parte» remediar aquel mal epidémwo con la» providencias que se han visto en nuestros lieropoí adoptar,- esto' es, con las cemstiras de las- universidades , claustros 6 facultades teológicas', 6 con los mandamienios, pastorales y edietos d« ios Reverendos arzobispos y obispos? No lo creemos. Aquellas ceosu»ras no erstt otro por lo eomun que unos cortas discursos polémicos, qoe podriat* wrvir cuando mas para líacer conocer br prosimidad y la gravedad' d:l mal, mas uo para corregirlo^ fuese- va por ta brevedad á que estaa sujetas estas producciones', fue«e por lo dislocado de un plan aagun «b cual' (tablim- iweasMiamaiwe. impugnarse unas proposiciones aisladas é inconexas , ó fuese ya " , ' - - ••;■■', ■ ? r:^ m-. ''..;, por -la Incompetencia de los autoras mismos pa»»! coméstaí vl'ctoi'iosameute a unas objeciones y argumentos deducidos en parte de facultades y ciendas que no eran de su Insiliulo y eartera teológicas , y que no estiban de ordinario á su alcance. Y es una verdad bien notoria demonstrada por la mas funesta esperlencia, que descubrir ia lla^á Sin pedjí*: aplicarle al momento mismo el remedio, es etí materias de esta gravedad la mayor de las imprudencias. De este modo fueroa conocidos, y héchp.se , digámoslo asi, de moda los escritos de Helvecio,, y de Juan Jacobo, y' íos pequeños "estracfbs que sff dieron de ellos en los mandamientos y censuras j y á los que por toda impugnación sólo se opuso TaV caiifícácíones1 4e .estilo, y Jas verdades de nuestra fé, mas presentadas de un modo árido , y sin la preparación y . enlace debidos , aquellos peflUftifOS; estrados, decimos, atizaron la curiosidad de todo genero de lefifores , que ya mal Instmldos da aoteimno devoraron ansiosamente é hicieron como suya propía una doctrina Ván^tiosa, que Keeomendaban puf otra parte una elocuencia feliz y una dialéctica seductora., Otros medios se emplearon en los tiempos del fervor y primitiva, .celo. del. qhristianismo. ¡ Cu^l se agitaba la tglesja de Jesucristo eu tqda su estausion á el anuncio» solo de una nueva heregia ó de un nuevo error! ¡Cuat aquellos santos doctores y .venerables padres se levantaban presurosos al menor señal de ataque ; avisaban del: peligro sin- perder tiempo á ..sus matrogolitaaos ;: lomaban la pluma ó ir.vinban i escribí' ái el mas ,wbipt 4%. (IM prssbítffos y teólogos; se ponían de aoueruo con todos, los prelados da ; «ti convenio -ilíJíco , proviaci^. nación ; h:\ctan 8*naf la atorn^ fuera de xU«».: .basta los mas retrtJtos c/>i>fi«efi .,de . la .OF.UUaodad , y comtmlcaban mutuamente sus estudios.,, sus des? eubrjmi«^tc»*,. raadips de. defensa y eqnseguido? triimíb» desde el Órlente al Oooldentc . y desda lo» arenabas de la Libia liaíia las heladas reglonta del Ponto! .jí oual atpopellando mil riesgos: y psIi'u'ON . sin tener cuenta con el embaraza de- largos ¿ hi.joaiaaus viages., ni de quebrante^ en. brMlntf «5 ^gttauzas de anemigps, veniaá aáj íiosos.- ái remniese .oob, sus coape^ari?» en concit Hw-^uoiárcsos». ota particulares oja ecumÍRicoSi • j« allí dlscn6iaHi, y %llí dacretaiba». cuanto cv8lai> eoi|Venieaiie para ta defensa .de. iiiuestros dagma| y-; contusión- de lo? novadores! ,¡ Cuól allí, se es»; forzaban y fortificaba» mutiiamente con la dopr trina aal-ndablo, y al buen eg^mplo ; mi in-i niiai: com .la esperisdeia da los damas heraianoa, ,_4 implorando- muy, humildemente la protección de los prii>eipes seculares,, les- empañaban de, algún modo á la egecucion de lo» aoijen-dos coíicllistf resí Así fue eojifu-Bdida la impiedad arrlana y so» íunumetiables filiaciones : la, , de , esos otros, que ya di viendo- la personalidad en- Jasucrlstt? ya eoníbndiendo, las naturalezas, destruían la econoniíai y el valor de la encarnación ; la de aq/ieUos , que por llsongear y adular las fuerzas de la. rtaturaleza Ogl el hombre abatieron el dan de la gracia, y la de todos esos,, en fin, q«« á pretesto de r-eformar la Iglesia Gatdlíca se diivorciaron da ella é hioieron- taji-tas corporaciones y seettaa dW'ap.etues,, euantos- han- sido los hombres 4e aJgu» genio „ q»e hayan querido fomentarlas. lis iorinitamente doloroso para nosotros c! decirlo, mas ni>> es ráenos cierto; y e' decoro de HM ReHgjou misma-,, y la equidad natnrai, jt .nuestnoi propio- ¡«tiemi nos- ordenan imperiosamente el publicarlo, lía habido en nuestros tiem-