amiCzjmiiíT La epopeya de la travesía a nado del canal de Santa Catalina y la revelación del joven canadiense de diez y siete años George Young. La nadadora mis Marlha Stcagcr, con el cuerpo complciamenle engrasado, dispuesta a tomar la salida, y el aepecio que ofrecía la bahía de Sania Caialina duranie los primeros momentos de la carrera. Sin duda, los éxitos obtenidos por los nadadores americanos Miss Gertrude Ederló y Mtr. Cíe-' mingtpn Corson, al lograr franquear felizmente y con un tiempo «record» el Canal de la Mancha, indujo a los americanos a organizar no un in lento como los que se han efectuado en el Canal de la Mancha, sino una carrera en línea, de una longilud similar a la, de la travesía europea, escogiendo para ello el trayecto de mar que separa la isla de Santa Catalina de la tierra lirme de San Francisco de California, y que mide un total de 22 millas (35 kilómetros). hn carrera que estaba dotada de un premio de 40,000 dólares, fué organizada por el industrial californiano Mr. Wrigíey, fabricante de las pástiU'as «chiclels», reuniendo un total de 153 connirn'iik's, entre nadadores y nadadoras, que sin duda, atraídos por la importan da de los premios en metálico que se ofrecían, párticipáron (ii la pruebt^. Los organizadoras esperaban que los vencedores del Paso de Caíais, Miss Eíderlé, Miss Corson, Vierkoetler y Michel jiarüciparían en la prueba : pero por lo visto a los cuatro vencedores de la gran prueba europea, no les tentó el apeliloso «bouquel» de Mr. Wriglcy. A pesar dé lodo, la carrera logró reunir a buen número de figuras de valor, entre las que cabe señalar al ex campeón olímpico y recordman mundial Norjnáh Ross, que. efectuó su «rentrée» después de un largo apartamiento de las pruebas oficiales de naíación, a C. Toth y II. .1. Snllivan, los dos especialistas de las largas distancias, que ni 1923 intentaron, después de Tirahoschi, la tra¬ vesía del Canal de la Mancha, y las nadadoras Miss Clarabelle liarrell y Charlotte Schoemel, que en las pruebas preparatorias para esta carrera habían demostrado excepcionales dotes de resistencia. En la carrera obtuvo la victoria un desconocido, un mocetón alto y bien formado, a quien por su corla edad no se le quería permitir participara en la prueba : el joven de Toronto, Georges Young. Durante las quince horas que invirtió en efectuar la travesía. > a pesar del frío intenso y del mal estado del mar, Young nó decayó ún solo momento, empleando durante casi todo el 1rayecto el estilo del «crawl», con el que logró destacarse .seguidamente de sus contrincantes. Vonng empicó en cubrir los 35 kilómetros el tiempo de 15 h. 45, en vez de los 20 que se habían calculado, y como recompensa a tal esfuerzo, se adjudicó un premio de 25,000 dólares y una importante contrata con una empresa americana de películas. De los 158 nadadores que tomaron la salida, sólo tres terminaron la prueba. El segundo fué Miles Walker y el tercero Norman Ross, que, a pesar de sus cualidades remarcables, no pudo sobreponerse a varios desfallecimientos que le atacaron duranie la prueba. George Young, durante la carrera consultaba rl enorme reloj que había dispuesto, para guiarle en su tentativa. r Young, el nadador canadiense después de la llegada a la costa de San francisco. El ex campeón Norman Ros, antes de tomar la salida. Fotos Vidal.